Restaurada por Muhammad V, esta sala conocida como la Mexuar sirvió como sala de reuniones del consejo de ministros donde se celebraron reuniones después de que el Sultanato impartiera justicia. Un hermoso espacio, el Mexuar tiene cuatro majestuosas columnas en el centro de la sala decoradas con mocárabes. El techo, por otro lado, es de origen cristiano y está decorado con pinturas y motivos de oro. El Mexuar también tiene un segundo nivel con un patio que conduce al oratorio.
Con una hermosa colección de habitaciones situadas cerca del Patio de los Arrayanes, el Palacio de Comares es otro punto destacado de la Alhambra. Ambos extremos del palacio cuentan con galerías porticadas, lo que añade belleza al lugar. Este palacio funcionó como lugar de residencia oficial del Sultán, lo que lo convierte en uno de los muchos palacios importantes de la Alhambra. Durante la construcción, se puso un especial esfuerzo en hacer el palacio lo más exquisito posible. El extremo norte del palacio alberga la Sala Barca y la Sala de los Embajadores, ambas de visita obligada.
Nombrado de esta manera por los detalles del techo, el Cuarto Dorado es otro punto culminante de los Palacios Nazaríes. El techo fue pintado en oro puro por los Reyes Católicos, dándole un aura de opulencia. Además de la sala, también hay un patio a través de un pórtico arqueado con tres arcos. Para lograr un ambiente aún más mágico, se construyó una hermosa fuente de mármol en el centro del patio. Una puerta une este patio real con el patio de la Reja en uno de sus lados.
Construido al este del Palacio de Comares, en un extremo del lado izquierdo del patio de los arrayanes, el Palacio de los Leones cuenta con habitaciones privadas pertenecientes a la familia real. El palacio se compone de un magnífico patio central rodeado de hermosas galerías que conectan con diferentes habitaciones. Al norte de este patio se encuentran la Sala de los Ajimeces, la Sala de las Dos Hermanas y el Mirador de Daraxa. Al sur está el Harén y el Salón de Abencerrajes, al este el Salón de los Reyes, y al oeste el Salón de los Mocarabes.
El Mirador de Daraxa forma parte del Salón de las Dos Hermanas y ofrece majestuosas vistas del jardín y de toda la ciudad de Granada. Intrincadamente decorado y adornado con versos árabes, el edificio te fascinará con su gigantesca cúpula. Sobre las ventanas, el arco está decorado con mocárabes, que está tallado con inscripciones de alabanza a Dios en la puerta.